Del Coliseo a la Casa Blanca: una historia del poder y sus espectáculos
Los gobernantes han entendido que acercarse a un atleta no es solo un gesto cordial: es apropiarse de un símbolo de poder y prestigio.
Hace unos días que una imagen dio la vuelta al mundo: Donald Trump y Cristiano Ronaldo saludándose entre sonrisas, rodeados de flashes y micrófonos, luego posando en el Despacho Oval de la Casa Blanca. Este no ha sido un simple encuentro entre un político y un deportista; sino el choque de dos galaxias mediáticas, dos fuerzas de influencia global. La invitación del expresidente al astro portugués generó análisis, rumores y hasta alguna teoría conspirativa sobre el poder de la fama en estos tiempos de hipervisibilidad.
Muchos han visto en esta situación un random crossover, y quizá lo es, pero tampoco tiene nada de nue...









