Cómo se viene discutiendo en varios artículos, la ley de bases promete un ataque en regla a muchísimas condiciones de la soberanía y sobre todo un ataque a los trabajadores. En las siguientes líneas queremos puntualizar sobre los particulares ataques al sector nuclear y sus trabajadores.
Los trabajadores del sector nuclear argentino son reconocidos en el mundo entero por la cantidad de avances en el área que colocan al país entre los sectores de vanguardia en muchísimas de las áreas de investigación y desarrollo. Esto se dio por la gran capacidad de trabajadoras y trabajadores del sector relacionados con el área científica, a pesar de la precarización laboral que se dio en los distintos gobiernos desde los 90 para acá, condición nunca revertida ni siquiera en los años del “plan nuclear” del Kirchnerismo.
La ley de bases impulsada hoy por el gobierno de Milei contiene ataques puntuales sobre esta área. No es de extrañar, un gobierno tan arrastrado ante el imperialismo Yanqui, se propone desarticular los limitados avances ya desarrollados y no tener un competidor más en un área tan sensible como la nuclear. Esto no es algo nuevo, comenzó con las visitas y operaciones, más o menos veladas, del FMI durante el gobierno anterior, para evitar que se construya una cuarta central nuclear en el país. Una muestra concreta de las ataduras que significa la deuda en la política energética y tecnológica.
CNEA: Se impide su disolución, pero ¿queda abierta a otros cambios?
En la ley bases, el proyecto final que se votó en la cámara de diputados, la Comisión Nacional de Energía Atómica, figura entre las instituciones que no tienen permitido disolver, pero deja abierta la posibilidad de intervenir, modificar misiones y funciones y fusionar. Esto, en manos de un gobierno que tiene una gran hostilidad con el mundo científico y con los trabajadores estatales, no promete nada bueno. Ya hubo otros intentos de liquidar a la CNEA, como lo fue durante el gobierno de Menem. Muchos trabajadores y trabajadoras que vivieron esa época saben de lo que se trató: Salarios congelados, pluriempleo y vaciamiento de las condiciones necesarias para llevar adelante las investigaciones.
El ataque al conjunto del sistema científico y las universidades (como podrían ser la eliminación del INTI o la intervención de organismos como el CONICET) es un problema también para el sector nuclear por su interdependencia y trabajo colaborativo en diversas ramas de la investigación y la producción.
Privatizaciones de las centrales nucleares
En Argentina, si bien en los 90 se intentó avanzar en la privatización de la operación de las centrales nucleares, ello quedó a mitad de camino. Si bien se le quitó la operación a la CNEA y se creó NASA (Nucleoeléctrica Argentina Sociedad Anónima) con capitales estatales, nunca se avanzó en la venta de alguna parte de esos capitales. Esta puerta que se abre de ninguna manera va a beneficiar los avances del sector nuclear ni tampoco la calidad del servicio entregado hacia los usuarios.
La experiencia ya acumulada en las privatizaciones en el área de energía nos muestra una lógica de los capitalistas del sector más parecida a la rapiña como la que se vivió con Repsol. La suspensión de los fideicomisos y la incertidumbre sobre el futuro de importantes proyectos como el CAREM, ya generaron la virtual paralización. Las tercerizadas que se encargan del control de obra ya están pagando los sueldos a cuentagotas y ya comenzaron los despidos de los obreros de la construcción.
En notas de diversos medios de comunicación relacionan a Eduardo Eurnekian como un interesado en el sector, de hecho durante lo que fué la breve gestión de Posse como jefe de gabinete, vinculado a dicho empresario al igual que el actual presidente, no tardo en poner a gente cercana a este capitalista argentino que intenta quedarse con aerolíneas argentinas al mando de la empresa estatal NASA
RIGI y los beneficios millonarios para los dueños de todo
Cómo se escrito en las páginas de la izquierda diario son millonarios los beneficios para los empresarios que serían beneficiados con esta ley, la privatización de las empresas nucleares no escapa a este beneficio, tal como está la ley, quien se quede con las empresas privatizadas también podría ser benficiado de las bondades del RIGI y de esta manera no pagar una serie de impuestos por 30 años.
La estabilidad laboral de los estatales en cuestión
En la CNEA hay más de 3500 trabajadores estatales con carreras de décadas en el área nuclear. La particularidad de todos estos trabajos tiene que son tareas de mucha especificación que tardan años en formarse. Lo característico de esta ley es que quiere barrer la estabilidad laboral y deja a merced del gobierno de turno el futuro de los trabajadores. El pase a disponibilidad del conjunto de los trabajadores del estado es un ataque directo a los trabajadores nucleares.
En el Centro Atómico Constituyentes por ejemplo se ve con preocupación lo que pase con los empleados del INTI, vecinos del corredor tecnológico de la General Paz y hermanos en tantas luchas contra el ajuste, los despidos o por salario. Allí se quiere barrer con el 30 % del personal, con una intención clara de vaciar el instituto (hoy en manos de un ex CEO de Toyota), sería el comienzo de la segunda oleada de despidos en el estado. La quita de la estabilidad laboral luego de dos tandas de despidos conformaría un ataque enorme contra los trabajadores estatales.
Los tambores de la resistencia comenzaron sonando en Misionesdonde una rebelión de docentes y estatales luchando contra los salarios de hambre cosechan la simpatía de amplios sectores de la población. En ese sentido se dió hace muy poco, el 25 de mayo, mientras el presidente daba un triste espectáculo en la provincia de Córdoba,un encuentro de trabajadores y trabajadoras que se proponen coordinar las luchasen curso para derrotar todo el plan de ajuste de Milei, empezando con un paro de 36 hs el dia que se vote la nefasta Ley Bases. Allí los trabajadores y trabajadoras del sector nuclear, tendrán que poner sus energías para derrotar al gobierno entreguista.