martes, octubre 28

Descubren un poste de 5 toneladas que demuestra la asombrosa capacidad logística de la mayor ciudad precolombina de Norteamérica


Un gigantesco tronco de ciprés, transportado hace 900 años desde más de 160 kilómetros de distancia, revela la sofisticación logística, política y espiritual mucho antes de Colón.

Hace mil años, en el norte de México en lo que actualmente es Illinois (EE. UU.), floreció una ciudad indígena monumental: Cahokia. Y ahora, un hallazgo arqueológico sin precedentes abre una página hasta ahora desconocida sobre esta ciudad y sus habitantes tras desentrañar los misterios de un poste ceremonial de madera de más de 5 toneladas, bautizado como “Mitchell Log”, datado en 1124 d.C. y que fue transportado desde al menos 180 kilómetros de distancia, lo que demuestra la existencia de una compleja red de transporte que rivaliza con las civilizaciones más avanzadas del mundo.

Cahokia: la ciudad que no debería haber existido

Cahokia fue la mayor ciudad indígena de América del Norte antes de la llegada de los europeos; mucho antes de la llegada de Cristóbal Colón a las Américas. Fundada alrededor del año 900 d.C., su crecimiento explotó en lo que los arqueólogos llaman el “Big Bang Cahokiano” hacia el año 1050. Y es que, en apenas unas décadas, alcanzó una población de entre 20.000 y 40.000 personas, superando incluso al Londres medieval.

Ubicada en la fértil llanura del río Misisipi, la ciudad de Cahokia se extendía m��s 16 km² y albergaba al menos 120 montículos ceremoniales, grandes plazas, templos de madera y complejos astronómicos como el “Woodhenge”, una especie de Stonehenge indígena hecho con postes de cedro rojo. Y en el corazón de todo este conglomerado se encontraba el Monks Mound (Montículo de los Monjes), una pirámide de tierra precolombina de 30 metros de altura y 6,8 hectáreas de base, que es considerada la mayor estructura prehistórica construida por el ser humano al norte de México y la pirámide más grande al norte de Mesoamérica.

Durante décadas, los investigadores han perseguido localizar más información acerca de cuándo y cómo la ciudad de Cahokia llegó a alcanzar su apogeo político y económico. Y lo más sorprendente es que este dato tan necesario ha llegado desde un lugar inesperado: un poste ceremonial de madera enterrado a unos 10 km al norte del centro de Cahokia.

tronco arbol cahokia
Ilustración de la ubicación de las muestras de 14C en la secuencia de anillos Mitchell Log.Kessler et al., 2025

El poste de madera no es nuevo. “Mitchell Log” fue descubierto originalmente en 1961 pero recientemente ha sido sometido a una batería de nuevos análisis científicos que incluyen dendrocronología (datación por anillos de crecimiento), radiocarbono y análisis de isótopos de estroncio y cuyos resultados se publican en la revista PloS One. La conclusión más importante que destacan los investigadores es que el árbol fue talado en 1124 d.C., precisamente cuando Cahokia alcanzaba su máxima expansión e influencia en el continente.

¿Y cómo trasladaron el tronco de madera?

El poste, hecho de ciprés calvo (Taxodium distichum), medía originalmente unos 18 metros de largo y pesaba entre 4 y 5 toneladas. Lo más asombroso es que este tipo de árbol no crece en la región de Cahokia. Se conoce como ciprés de los pantanos y el análisis isotópico demostró que provenía de al menos 180 kilómetros al sur, posiblemente en el sur de Illinois, Tennessee occidental o incluso de Luisiana.

¿Y cómo movieron los cahokianos semejante tronco sin animales de carga, sin mapas, sin herramientas complejas…? “En cuanto al traslado de los postes, no estamos seguros, y es una cuestión que requiere mayor estudio”, apunta Nicholas Kessler, coautor del estudio. “El método obvio habría sido transportar los troncos río arriba por los pantanos y remansos del Misisipi. Mis coautores y yo consideramos que esta es la hipótesis más probable. El poste es ciprés calvo y habría crecido en las tierras bajas, por lo que una ruta fluvial habría sido conveniente y eficiente”.

Más que un poste: un símbolo del cosmos y del poder

Los postes ceremoniales como el Mitchell Log no eran simplemente decorativos. Según los arqueólogos, “en el mundo cahokiano precontacto, los postes se colocaban a menudo en lugares especiales (plazas, montículos, templos), donde actuaban como ‘axis mundis’ (el centro del mundo), conectando físicamente los mundos superior, medio e inferior, y ayudando a mediar entre esos poderes y las relaciones de las personas con ellos”, aclara Kessler. Por el tamaño y la ubicación de Mitchell Log, los expertos creen que probablemente fue uno de los postes más importantes erigidos en todo el territorio cahokiano.

Una red de transporte de hace 900 años

El hecho de que los postes fueran de madera no local sugiere una red de intercambio de materiales exóticos que incluía conchas marinas, piedras preciosas, figuras rituales y ahora, también, árboles de gran tamaño. Al igual que ocurría en el suroeste de EE.UU., donde otros pueblos (como los Anasazi) movían troncos a más de 80 km de distancia, Cahokia es otra prueba de la capacidad logística y simbólica de los pueblos indígenas que, a pesar de ser una civilización sin escritura (no como los mayas o los aztecas), eran más avanzados de lo que se creía.