viernes, junio 27

Jonathan Shanklin, el científico que hace 40 años descubrió el agujero en la capa de ozono (y creyó que “no interesaría a mucha gente”)


Hace 40 años tres científicos británicos hicieron un anuncio que causó alarma a nivel mundial.

Habían detectado un agujero en la capa de ozono, el manto que protege a la Tierra de la radiación más dañina del sol y sin el cual no sería posible la vida tal como la conocemos en nuestro planeta.

El estudio se publicó el 1 de mayo de 1985 en la revista Nature y sus autores fueron Jonathan Shanklin, Joe Farman y Brian Gardiner, investigadores del Instituto Antártico Británico (BAS, por su nombre en inglés).

Años antes, en la década del 70, dos químicos y luego Premios Nobel, Mario Molina, de México, y Sherwood Rowland, de Estados Unidos, habían advertido del impacto dañino sobre el ozono de compuestos llamados clorofluorocarbonos o CFC, usados entonces ampliamente en refrigeradores, aires acondicionados y aerosoles, entre otros productos cotidianos.

Pero fue el hallazgo del agujero en la capa de ozono lo que dio impulso a los gobiernos a actuar. Y lo hicieron muy rápido.