viernes, septiembre 20

Un grupo de investigadores argentinos advirtieron sobre la situación crítica de la ciencia local

Los científicos afirmaron que el avance de , como las que propone la “Ley Bases”, puede representar el fin del Conicet como la institución regional líder en investigaciones.

La semana pasada el doctor Daniel Salamone, actual presidente del Conicet, se reunió en la embajada argentina en Londres, con un grupo de destacados investigadores argentinos que integran la “Red de Científicos Argentinos en el Reino Unido, (RCARU)”. La típica reunión diplomática derivó en una protesta concreta y formal: los investigadores de la Red le entregaron una carta formalizando las inquietudes de la red sobre “la crítica situación que está atravesando el Conicet en particular y el sistema científico tecnológico argentino en general”.

Durante la charla, los integrantes de la Red que concurrieron a la embajada londinense expresaron su preocupación por el “impacto negativo que el vaciamiento del Conicet está teniendo en la capacidad de Argentina para mantener su posición como líder en la investigación científica en la región”.

En ese documento destacaron que “queremos manifestar nuestra preocupación por las posibles consecuencias de las medidas implementadas o anunciadas por el gobierno (como la Ley Bases) en el área de ciencia y tecnología. Entendemos que el avance de estas medidas puede representar el fin del Conicet como la institución regional líder en investigaciones científicas. 

La carta entregada en dicha oportunidad hace hincapié en el impacto de los despidos masivos, la reducción de becas e ingresos a la carrera de investigación, la depreciación de los salarios y los obstáculos presupuestarios que, directamente, amenazan la continuidad del sistema. 

Según el comunicado que la RCARU hizo circular informando sobre esa reunión, “en un giro muy particular, Salamone reafirmó su voluntad de defender el sistema científico achicando el personal”  (del Conicet).

El documento que se hizo circular sobre este encuentro enfatiza que “toda colaboración internacional requiere del adecuado financiamiento de las partes involucradas. La potencial interrupción de estos programas afectaría negativamente la credibilidad de Argentina, la posición de Argentina en el escenario científico y tecnológico global, y la aspiración de Argentina de ocupar un lugar que permita su desarrollo en base a la economía del conocimiento, entre otras consecuencias severas.